Una estudiante utilizó bolsas de arpillera de Café Cabrales para crear un diseño original.
LA IDEA
Felicitas Miranda Pavlovsky (22) contó a Exigí Buen Café que la idea de utilizar bolsas de arpillera en la confección de vestidos originales surgió a partir de un examen final que tenía que presentar en la Asociación Biblioteca de Mujeres (ABM), donde estudia Diseño de Moda e Indumentaria.
“Trabajamos todo un cuatrimestre con el tema de la deconstrucción. Para hacer mi prototipo, recorrí las calles de Once con la idea de encontrar algún género que llamara mi atención pero nada me terminó de cerrar”, contó Felicitas. Finalmente, lo que buscaba la estaba esperando en un local de Café Cabrales. En la calle Arenales, mientras miraba los distintos tipos de café, la futura diseñadora vio una bolsa de arpillera: “la abrí y vi que tenía las semillas de café. Eran muy cancheras. Al día siguiente, desde la fábrica me mandaron diez tremendas bolsas de arpillera estampadas”.
EL PROCESO DE TRABAJO
Felicitas desarmó las bolsas y creó una textura junto a una tela gigante de jean (regalo de Emiliano Fita, dueño de Wanama y también amigo de su familia) que intervino con lavandina. El primer paso fue deconstruir los pantalones:
“Llevó su tiempo crear algo con la base / moldería de dos pantalones de hombre que deconstruí completamente, y que terminó siendo un vestido asimétrico hecho de una textura de arpillera y jean. Fue todo un proceso, como lo es todo, pero quedé feliz con el resultado”, detalló Felicitas. Y continuó: “Elegí inspirarme en el diseñador japonés Junya Watanabe y la prenda tomó la forma de una indumentaria oriental. Pero nada hubiese sido lo mismo sin la ayuda incondicional de Chelita, mi gran mano derecha a la hora de coser. Si nos hemos pasado día y noche con las máquinas, tijeras y la compañía de un buen café Cabrales”.
Felicitas confesó que toma café desde hace sólo un año: “El primero que tomé fue uno que me hizo probar Martín (Cabrales). Y ahora, cuando estoy en época de finales y necesito que algo me mantenga un poco más despierta, suelo hacerme cafés con las cápsulas Espressarte que tenemos en casa que son muy ricos. ¡Cuando mi familia me ve pidiendo o haciendo café no lo pueden creer! Lo peor de todo es que me siento re grande: mamá, papá, ¡maduré!”, se rió.
Mirá otros diseños de Felicitas Miranda Pavlovsky: