El buen café será protagonista en Los Galgos, el clásico bar notable de Callao y Lavalle
“Estamos convencidos de que los bares tradicionales de la ciudad tienen un valor patrimonial y cultural que hacen a la identidad de Buenos Aires. Es imposible imaginarse esta ciudad sin sus bares”, así explicó Julián Díaz -en diálogo con EBC- su decisión de recuperar Los Galgos. El bar notable de Callao y Lavalle estaba cerrado desde enero de 2015, a pesar de la Ley 1227/03 que obliga a preservar y proteger el patrimonio cultural de la ciudad.
El origen del edificio se remonta a 1880, allí vivieron los Lezama hasta que el local fue alquilado, primero por la empresa Singer para vender sus máquinas de coser y luego por una farmacia. En 1930, un asturiano amante de las carreras de perros inauguró el bar-almacén Los Galgos cuyo nombre conservó José Ramos -también español- al comprarlo en 1948. Así, cobró vida un clásico de los porteños. Hasta la década del ‘70 el bar abría las 24 horas y de sus mesas eran habitués personalidades como Discépolo y Troilo. La familia Ramos mantuvo el espíritu de la esquina hasta fines de 2014 cuando falleció Horacio Ramos, el último de los hijos de José.
Luego de casi un año de persianas bajas, Los Galgos reabrió sus puertas el 1° de diciembre. Los conductores de esta nueva etapa son Julián Díaz, empresario gastronómico, y su mujer Florencia Capella, ambos creadores de 878 bar, pioneros en renovar la coctelería porteña. Con la misma visión de actualizar las tradiciones pero sin traicionar su esencia es que emprendieron la recuperación de este histórico bar de Buenos Aires. Así es que el mobiliario que pudo rescatarse -como la barra, la boiserie, los espejos y algunos objetos- convive con una moderna iluminación y nueva propuesta gastronómica; mientras que los carteles del fileteador Marcelo Sainz, con una estética muy similar a los anteriores fileteados, adornan la fachada del bar con sus inconfundibles aberturas.
La cafetería será protagonista en el nuevo Los Galgos. Con una máquina Nuova Simonelli, molino Mahlkonig, café de Puerto Blest y la pasión de dos jóvenes baristas, el buen café está asegurado. “Creemos que la ciudad merece recuperar el café de calidad, a un precio razonable”, señaló Díaz. La propuesta “Desayunos de todo el día” permite disfrutar de medialunas, tostadas y tostados desde las 07:00 hasta las 18:00 horas. Todo es elaborado dentro de Los Galgos cuyo proyecto es desarrollar una gastronomía clásica-porteña de alta calidad. “El antiguo Los Galgos nunca había tenido cocina”, explicó Díaz. La incorporación de una parrilla permite ampliar la oferta que incluye, además, variedad en sandwichería y, para las tardes, barra de aperitivos, coctelería clásica y cervezas tiradas.
Fotos: Julián Díaz.
AGENDÁ | Los Galgos: Callao 501 (esquina Lavalle), CABA.