El take away es una tendencia que crece día a día. La posibilidad de comprar para llevar y degustar, es algo que en la actualidad se adapta a todo tipo de productos gastronómicos. En el marco de la pandemia y ajustándose a los protocolos de servicio generados para asegurar la higiene frente al Covid 19, hicieron que la industria desarrolle y proponga nuevos formatos a la hora de ofrecer un envase apto para contener alimentos y bebidas.
En este sentido, los más avanzados en la materia, son quienes han logrado mantener la experiencia buscada por el consumidor, con un envase que mantenga el producto como si estuviera recién servido.
Para muchos de quienes ofrecen estas soluciones, tienen un desafío extra relacionado con el compromiso de un desarrollo sustentable, en donde el material de descarte no sume a la contaminación del ambiente y tenga una posibilidad de reciclaje.
Es decir, un cambio del concepto del take away, por el take again.
Los números del descarte asustan, como ejemplo, para un evento de 1500 personas se utilizan 10.000 descartables y para un show de 50.000 personas se descartan 2 toneladas de plásticos, si, la cifra asusta y está bien que lo haga.
El ámbito de las cafeterías, no es ajeno al aumento de basura, el crecimiento de la oferta cafetera junto con la modalidad “take away” se manifestó con un aumento del consumo de vasos de polipapel y posterior descarte en los tachos de basura, en las veredas y en las calles.
Son más de 200 millones, los vasos de café que se tiran por año en Argentina. El mayor problema, es que estos descartables están fabricados, en su gran mayoría, en polipapel, un material imposible de reciclar debido a las distintas capas que tiene de papel y plástico.
Es por eso que lo se viene en el take away, es cambiar los hábitos de consumo respecto del uso del plástico de un solo uso en general y del vaso descartable en particular. Lo que se viene es el take again, la posibilidad de volver a usarlo.
Así fue, que un grupo de personas argentinas, que ya venían trabajando con el tema de la huella ambiental y están comprometidas en concientizar a miles de personas, buscaron generar un impacto positivo en la sociedad mediante la propuesta de Café Circular, una empresa de triple impacto apoyada en los conceptos de sustentabilidad, integración y economía circular.
La solución que pusieron en marcha, y que cuenta con más cafeterías que se suman, es un sistema de vasos retornables. Una propuesta basada en la economía circular y colaborativa, donde el cliente abona una seña por su vaso (con tapa), que puede recuperar cuando termina su bebida en el mismo local o en cualquier café adherido a la red.
Con esta propuesta, no es necesario adquirir un vaso térmico, ni tampoco tener que llevarlo a todos lados. Lo que se busca con esto, es generar un cambio de conducta, en donde no sólo se beneficie el consumidor, sino que tanbién muchos baristas lo adoptaron. Profesionales del café, que son tan amantes de sus creaciones como de la sustentabilidad, prefirieron no entregar más la bebida en algo descartable o siquiera reciclable.
Con Café Circular, el consumidor paga una seña en la cafetería y se lleva el café en un vaso súper resistente y apto para el consumo. Es un vaso que puede calentarse en el microondas, lavarse en lavavajilla, y además es libre de Bisfenol A, la sustancia cancerígena que se libera en algunos plásticos cuando entran en contacto con el calor. El próximo paso que se viene, aseguran sus creadores, será entrar en el circuito de las heladerías, y comenzar con el Helado Circular para evitar el descarte de los envases de telgopol