Debido a las constantes denuncias que las marcas de café recibieron por la contaminación que generan las cápsulas, la empresa inglesa «Cru Kaffe» y la italiana «Lavazza» comenzaron a trabajar en cápsulas biodegradables.
El problema de las cápsulas es que están compuestas por plástico y aluminio y cada una sólo guarda 6 gramos de café por lo que no hay un equilibrio entre los desechos y la posibilidad de reciclar todas las cápsulas.
A partir de esta alarmante situación, las empresas vinculadas al café se vieron obligadas a comenzar con un cambio de paradigma.
Por: Eugenia Mastropablo (@eugemastropablo)