El café está cada día más presente en nuestra vida. No solo es el del desayuno, el que bebemos poscomida, con el que nos hacemos un mimo o el que compartimos en una reunión. Ahora el café llegó a las barras y los especialistas utilizan los granos para sus creativas propuestas.
«El amor por los cócteles con café creció a pasos agigantados durante el último año a nivel global y también en la Argentina. Esto se puede ver en los mejores bares del mundo e incluso en cafeterías artesanales que se suman a la tendencia con tragos durante la noche para incorporarse a la cultura nocturna», explica Martín Olivera, brand ambassador de Absolut Argentina y asesor de Tía María, que aclara: «Para saber cómo elaborar un cóctel primero tenemos que entender qué tipo de cóctel queremos realizar, si es uno fresco o uno after dinner, para luego ver cuánto va a influir el café y así poder determinar qué método necesitamos, es decir, si usamos café espresso o alguno filtrado». Olivera propone dos tips para hacerlo en casa «Para innovar hay que empezar a preparar un clásico como el Espreso Martini y buscarle variantes, es una forma divertida de crear nuestras propias recetas. Otra cosa infaltable es tener siempre las herramientas adecuadas, eso es tan importante como tener buenas bebidas y un buen café.»
El Espresso Martini es una creación que mezcla café y vodka con las notas aromáticas de Tía María, que añaden profundidad y suavidad a la mezcla, a la vez que le dan un toque de verano al clásico trago. A Sebastián Atienza, bartender y embajador de Campari, los cócteles con café le encantan, y dice que a los consumidores también. «En Presidente Bar, sacamos entre quince y veinte Espresso Martini por noche, y además es uno del los más pedidos en el invierno». Otro de sus hits es el Café Nero, que elabora con whisky, Campari, Cynar, un café espresso, licor de café, pimienta y granos de café.
Está claro que hay muchos sabores e ingredientes por descubrir y mientras haya armonía y balance no hay límites cuando se trata de crear un cóctel.
Nota publicada por Sabrina Cuculiansky en el diario La Nación.