Tal como venimos contando en Exigí Buen Café, el café por su alta sensibilidad al cambio climático puede convertirse en un referente para observar los futuros efectos del clima en la vida terrestre.
Ahora un artículo publicado en el New York Times retoma el trabajo del botánico inglés Aaron Davis. Durante treinta años Davis estudió la producción del cafeto y observó que el calentamiento global está complicando el cultivo del café en las regiones tradicionales, inclusive en Etiopía, lugar de origen del grano arábica. En su investigación afirma que las mejores zonas para el cultivo del café en el futuro serán tierra adentro, donde hace más frío.
Según publicó Davis en Science Advances y Global Change Biology, el café silvestre puede desaparecer para siempre. El 60% de las 124 especies de café que hay en el mundo está en peligro de extinción en su hábitat natural por culpa de la deforestación y el cambio climático. Esto es un grave problema porque en esas variedades silvestres podrían estar los genes para desarrollar nuevas especies que soporten un clima más caliente y más seco. El informe de Davis advierte sobre la importancia de conservar el café silvestre en bancos de semillas o en bosques protegidos.
Al evaluar los riesgos según un índice desarrollado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Davis encontró que una de las variedades más vulnerables a los efectos del cambio climático es la arábica silvestre, que actualmente crece en los bosques de Etiopía. Si el clima continúa cambiando al ritmo de hoy, la arábica silvestre podría pasar de “casi amenazada” a “extinta” hacia finales del siglo.
La pérdida de variedades silvestres significa que el planeta tendrá menos alimento y habrá menos refugios en su ecosistema. Según Davis, el resultado será una Tierra deteriorada. El cambio climático y la disminución de especies debe ser interés de todos, no sólo de botánicos o agricultores.