La relación entre el café y el licor nació hace siglos. El hoy famoso espresso Martini es uno de los más jóvenes, creado por el barman londinense Dick Bradsell en 1983. Ya existía Tia Maria, un licor oscuro hecho con granos de café jamaicanos cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. Décadas más tarde llegó el café irlandés, una combinación de café caliente, whisky irlandés, azúcar negra y crema fresca. Otra mezcla, menos conocida, de licor y café con una historia enciclopédica es el Café Brulot, un cóctel de café que se remonta al menos 200 años, con orígenes franceses
El Brulot se elabora a base de espresso más cuchara llena de coñac sobre la que se dispone un terrón de azúcar. Cual heroína se enciende en la parte inferior para que se derrita y finalmente se mezcla todo. Su nombre, Brulot, deriva de “bruler”, que significa quemar y es como un carajillo pero preparado con mayor glamour
Café Brulot se realizó principalmente con coñac y luego con brandy debido a su mayor disponibilidad. Mucho luego le agregaron especias como la canela o el clavo más ralladura de naranja o la cáscara en espiral
Hoy, luego de 200 años de su creación, el distinguido francés VSOP Cognac Café fue lanzado en tres mercados: Atlanta, Nueva York y Londres
En Nueva Orleans es un coctel famoso que se sirve en numerosos locales.