La fusión entre café y bebidas alcohólicas existe desde hace años y los clásicos “café irlandés” o “white russian”, ideados a mediados del siglo pasado, son testigos de esto. Si bien esta tradición viene de larga data, con la reciente consolidación del café de especialidad, la infusión comenzó abrirse camino en el mundo de la coctelería convirtiéndose en una valiosa aliada al momento de preparar tragos.
Con el objetivo de acercar esta tendencia mundial al público, este año se realizará la cuarta edición del Torneo de Café y Espirituosas Exigí Buen Café auspiciado por Tía María, marca tradicional de licores que hoy se volvió imprescindible al momento de preparar este tipo de cócteles.
De hecho, con una botella de Tía María pueden elaborarse diversos y deliciosos tragos como el “Tía espresso martini” (vodka, Tía María y espresso); el “Tía cold fashion” (bourbon, café frío, Tía María y cáscara de naranja); o su versión del “white russian” con Tía María, ron, azúcar, leche y chocolate en polvo. Todas estas recetas (y más) pueden encontrarse en el sitio web de la marca.
En el Torneo de Café y Espirituosas, by Tia Maria de este año, los participantes tendrán que preparar un clásico “café irlandés”, cuya receta incluye whisky y crema. Además, deberán sorprender con un cóctel de autor con café que incluya Tía María.
Los aspirantes al premio, tienen que estar apadrinados por una cafetería o bar; y deben mandar su receta para ser evaluada por una riguroso jurado. Para ver las bases hacé click en este link Reglamento
Los seleccionados participarán del Torneo en el marco de la feria Exigí Buen Café, el día 28 de agosto.
Las bebidas serán puntuadas por un jurado de expertos que estará liderado por Federico Cuco.
La fascinante historia de Tía María
Según cuenta la leyenda, el licor Tía María fue creado en el XVII y su historia esconde una aventura. Todo comenzó cuando una joven aristócrata española decidió huir de su hogar debido a los disturbios provocados por la guerra colonial que se vivía en la isla de Jamaica. Ella emprendió su viaje junto a su criada quien, antes de partir, tomó el recaudo de llevar consigo un joyero que contenía, además de un collar de perlas, la receta de un misterioso licor. Ninguna de las dos sabía en ese momento que esas eran las instrucciones para preparar el mítico Tía María.
La receta de esta bebida pasó de generación en generación y fue replicándose a pequeña escala a lo largo de los años. Esto fue así hasta que, en la década del cincuenta, el Dr. Kenneth Leigh la recuperó y comenzó a producirla y comercializarla haciendo crecer la marca. En poco tiempo, Tía María se volvió muy popular en todo el mundo, sobre todo entre los amantes del café quienes disfrutaban de la fuerte presencia de la infusión en el licor y su compleja estructura aromática.