Desde los chamanes africanos que lo utilizaban en rituales hasta los estudiantes que no se quieren quedar dormidos, la mayoría de la personas toma café para tener energía. Pero estudios recientes han demostrado que esta bebida también ayuda al rendimiento deportivo.
Si bien aún no se ha determinado cuál es la cantidad exacta de café que una persona debe ingerir para tener un mayor desempeño en el deporte, se estima que son aproximadamente dos tazas.
La cafeína tiene la propiedad de ser absorbida rápidamente por el estómago. El momento óptimo para consumirla es, aproximadamente, una hora antes del comienzo del ejercicio, ya que llega a un pico máximo en la sangre una o dos horas después de haber sido ingerida. Luego de ese momento, mantiene ese nivel hasta las tres o cuatro horas posteriores.
¿Por qué debemos tomar café antes de la actividad física?
-Es una bebida energizante: La cafeína nos da energía, aumenta el ritmo cardíaco y hace que nos mantengamos alerta.
-Aumenta la resistencia física y retrasa la aparición de fatiga: La cafeína es similar a la adenosina, sustancia que se encarga de transmitir la sensación de cansancio al cerebro. Las neuronas no saben diferenciar entre ésta y la cafeína y, cuando tomamos café, éste ocupa el espacio reservado para la adenosina. Por lo tanto, el cerebro no recibe la señal de la fatiga retrasando de esta manera la sensación de cansancio.
– Reduce el dolor muscular durante el ejercicio: Según diversos estudios de la Universidad de Georgia, un café sería mejor que una aspirina. De todas maneras, se demostró que el efecto es más eficaz en personas que no beben café habitualmente que en los cafeteros.
– Ayuda a quemar grasas: La cafeína colabora para adelgazar ya que facilita la utilización de las grasas ahorrando el glucógeno (polisacárido de reserva energética) y prolongando el tiempo de ejercicio.