Dicen que para que un emprendimiento funcione, una de las premisas es ofrecerlo en el tiempo y el lugar indicado. Claramente la historia que sigue encontró a dos visionarios adelantados unos 25 años al auge del café de calidad mundial. Y son argentinos.
En Argentina todos sabemos que producimos vinos con uvas propias de nuestro terroir y también entendemos que tomamos café de distintos orígenes: Colombia, Kenia, Brasil, Costa Rica y hasta alguno de Asia. Nos llega el grano verde y los maestros tostadores locales lo convierten en el grano negro. Una de las premisas que indica qué países pueden o no producir y cultivar café está relacionada con su ubicación, así como con su clima y el tipo de suelo. La franja de mayor producción cafetera es la que está más cercana del Ecuador alrededor del planeta. Sin embargo, y un poco más al sur, Perú y en Bolivia realizan cafés de gran calidad y con un poco de curiosidad y rastreo di con una información de mucho valor. En contra a lo que se sabía, Argentina sí produjo café, muy bueno por cierto, y hace sólo 25 años.
Dos atrevidos empresarios salteños dieron con el dato de unas tierras propicias para el cultivo en la zona de Los Yungas, en el límite de Salta con Bolivia. Investigaron, desbajeraron el monte, dejando algunos árboles por el riesgo de heladas, y viajaron a Brasil de donde trajeron semillas de las variedades Catuaí y Bourbon. Para acceder al campo, de 90 hectáreas plantadas de café, debían cruzar el Río Bermejo y bordearlo por territorio boliviano. Una travesía de lo más complicada. Sin embargo lo lograron y para los primeros años de 1990 tuvieron sus primeras cosechas. Para el tueste convocaron a un maestro colombiano y en pleno micro centro hicieron realidad el esfuerzo con el Candado Café, un local en donde el cliente podía sentarse y tomarse uno de los mejores cafés de la ciudad, comer algo, y llevarse a casa un cuarto molido del café Gran Candado. Como decía al principio, dos décadas atrás, el público no conocía ni vislumbraba la experiencia del placer que se generó con el auge de lo gourmet y su consecuencia con los productos de calidad; y mucho menos se imaginaba sobre las últimas tendencia sobre el consumo de cafés especiales en el marco mundial. Este es un humilde homenaje a los creadores del primero y único café nacional.
Nota publicada por Sabrina Cuculiansky en el diario La Nación
santiago
20 octubre, 2017 at 6:08 PM
Un poco incompleta la nota , no dice que paso con esos pioneros , si el café sigue existiendo ?