Probar un café de calidad eleva para siempre nuestra exigencia en cada taza. Un efecto similar produce la perspectiva de género al marcar un antes y un después en la manera de ver la vida y las desigualdades entre hombres y mujeres. El feminismo, como el buen café, es un camino de ida. Acercar estos dos mundos fue la idea de mujeres feministas y apasionadas por el café en Estados Unidos y en Australia. En esta nota conocemos las nuevas cafeterías feministas.
CAFÉ CON LIBROS
A sólo un mes de ser inaugurado, Café con libros se convirtió en la revolución de Crown Heights, un barrio en la zona central de Brooklyn, Nueva York. Su fundadora es Kalima Desuze, activista afro-latina, hija de inmigrantes y feminista. El café favorito de Kalima es el mocha latte con leche de coco. Y su libro preferido es Ojos azules de Toni Morrison, premiada escritora quien además lucha contra la discriminación racial.
Café con libros es una cafetería/librería feminista para fanáticos de la literatura y del café. En sus bibliotecas se pueden encontrar más de doscientos libros feministas, todos elegidos por Kalima. “Fue importante para mí ser inclusiva, diversa y representar distintas identidades”, contó la fundadora al diario local News12. En una cartelera participativa, los visitantes pueden sugerir títulos para sumar a la selección.
Las bebidas están a cargo del barista jamaiquino Ryan Cameron, defensor del café de filtro. La cafetería también organiza clubes de lectura para la comunidad, charlas con autores y ferias de libros infantiles y juveniles. Tomar un buen café e intercambiar ideas acerca de las lecturas, ¡el plan suena ideal!
HANDSOME HER
“Un café y lugar de encuentro donde las mujeres reinan”, así se describen en la redes sociales y así es. Alex O’Brien es la dueña y productora. Zoe hace la pastelería. Belle tuesta los granos. Un team diverso de baristas prepara el café. En la ciudad australiana de Melbourne, Handsome her se presenta como una cafetería vegana “creada por mujeres para mujeres”.
Alex es también la ideóloga del “man tax”. Durante una semana al mes, los hombres pagan un 18% más que las mujeres para crear conciencia: el porcentaje refleja la brecha salarial de género en Australia. Lo recaudado a través de este impuesto lo donan a fundaciones que ayudan a mujeres. “Estamos concientizando acerca de la desigualdad laboral. Me gusta que los hombres se detengan y cuestionen un poco su privilegio”, dijo Alex al diario The Mirror. Aunque el recargo es opcional, los hombres comprenden y pagan la diferencia. Si la misma medida se impusiera en Argentina, los varones deberían pagar su café entre un 27% y 45% más caro para compensar la diferencia salarial.
En Handsome her, además, no usan vasos descartables porque contaminan. Los consumidores pueden llevar sus propias tazas, tomar una prestada de la pared de “Tazas de emergencia” o, si prefieren, pueden beber en la barra con descuento. Vale aclararlo: las mujeres tienen prioridad para usar los asientos.
La justicia social, el feminismo, el desarrollo comunitario y la responsabilidad ambiental son los cuatro pilares de esta cafetería. También se comprometen a exhibir sólo retratos y arte femeninos en el «Muro de las damas».
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