
Sabemos que un buen café sólo puede servirse cuando todos los eslabones de la cadena de producción han sido cuidados al máximo y encajan unos con otros sin forzarse. Pero cada año que pasa, el público se vuelve más exigente y ya no se conforma con sólo tomar con una rica taza de esta bebida.
Saber es poder: comercio justo, trazabilidad y cuidado del medio ambiente
Año a año los consumidores se informan y piden cada vez más datos con respecto a los productos que consumen. Buscan aquellos considerados «seguros» y que tienen distintos sellos internacionales que corroboran y abalan la información que aparece en las etiquetas.
Según un estudio de «Food and drinks Trends 2018», elaborado por la agencia inglesa «Mintel», este año aumentará la demanda de una «divulgación completa». Esto quiere decir, que las personas estarán mucho más atentas a saber cuál fue la finca en la que crecieron los granos del café que tomará, cuál fue la ubicación y altura del terruño en el que creció el cafeto y cuál fue la nota de cata de esa bebida. Por sólo nombrar algunos ejemplos.
Además, según la revista «Forum del café», en 2018 todos los ojos también estarán puestos en los packaging reciclables y en el uso conciente del plástico.
¿Qué ves cuando lo ves?
Si bien desde Exigí Buen Café afirmamos que lo que realmente importa, en primer lugar, es que un café sea de calidad, en la era de Instagram la imagen se volvió muy importante. Hoy el café primero entrará por los ojos, después aparecerá publicado en el feed de las redes sociales y, finalmente, se tomará.
Durante este año, los consumidores continuarán en la búsqueda de una experiencia que pueda ser compartida con sus «amigos y seguidores». Por ello, en 2018 los baristas deberán esforzarse más que nunca en no sólo preparar un café de excelencia sino también en lograr nuevas texturas y experimentar con colores y formas novedosas en materia de latte art.
Fuente: Forum del café