Las armas del barista
Si las herramientas fuesen los únicos elementos que nos ayudan a definir a que nos dedicamos, diríamos que un serrucho y un martillo caracterizan al carpintero; el estetoscopio, al médico; el cuchillo y la casaca blanca, al cocinero; la guitarra, al músico y el pincel, al artista. Los baristas, nuevos protagonistas detrás de las barras cafeteras, también tienen sus armas especiales que los convierten en estereotipos en el mundo del beber. Tatuajes, barba hipster, delantal de jean con cuero y pelos coloridos son marcas personales que los vuelven inconfundibles en cualquier lugar. Pero. qué son todas esas cosas brillantes y con extraños formatos que usan para ofrecernos el mejor café. Un pocillo que no solo se logra con un buen producto sino que también necesita buenas herramientas para transformar esos increíbles granos en una exquisita bebida.
Los baristas saben de esto y los más reconocidos del mundo se dedican a desarrollar e innovar sobre el tema, como lo hicieron con los tamper y las jarras, además de las máquinas de café. Ninguna estación de barista será profesional si no cuenta con un molino para calibrar a su medida: el más pro es el alemán Mahlkönig. Completo el porta filtro, con unos 10 gramos promedio, el tema que sigue es prensar esa molienda de manera uniforme para que, cuando el agua pase, se logre una extracción perfecta del café. Y para eso está el tamper. Como un revólver, lo giran entre los dedos y con la correcta posición y el peso sobre el brazo, logran aplanar el polvo negro. Hay de varios tamaños y con mangos para todos los estilos. Hay empresas que los personalizan y los mejores son aquellos a los que se les puede desenroscar el mango. El agarre viene con acabados en madera, aluminio, silicona e incluso vidrio. Las jarras deben ser de acero inoxidable de distintos tamaños con un buen pico para lograr el vertido de la leche con excelencia. Las jarras más desarrolladas son ergonómicas, con formas y picos rectos. Las más nuevas vienen de colores. Entre el resto de los utensilios, no puede faltar un depósito para la borra del café, una base de goma para apoyar el portafiltro, una balanza, un termómetro, diversos cepillos y los fundamentales trapos de limpieza que deben estar bien identificados por colores para los diferentes usos en la estación.
Nota publicada por Sabrina Cuculiansky en el diario La Nación