Para que una taza de café sea perfecta deben encadenarse una serie de pasos que comienzan con el grano del cafeto y terminan con el barista sirviéndola en una bar o cafetería. Pero, además de esto, hay un detalle que también es muy importante: la taza.
El recipiente donde bebemos nuestro café debe ser de materiales específicos y tiene que tener un tamaño y diseño determinados. Además, estudios realizados recientemente en dos importantes universidades, afirmaron que el color de la taza también es fundamental a la hora de percibir el sabor y los aromas.
La Escuela de Ciencias de la Salud de Australia, cuyo líder de investigación fue el científico George Van Doorn, confirmó que la paleta de colores de la taza puede afectar ligeramente nuestra percepción del sabor
Por su parte, la Universidad Politécnica de Valencia también afirmó en sus estudios que el color del recipiente en el que se bebe el café afecta al sabor y el aroma.
El estudio:
Los investigadores realizaron pruebas con un gran número de voluntarios a los que les dieron el mismo café en tazas de porcelana blanca, de cristal transparente y de cristal azul oscuro. Después de que hubieran bebido sus cafés, se les hicieron una serie de preguntas con respecto a la intensidad del amargor, el aroma y la calidad de la bebida. La opinión de los encuestados coincidió en que el café de la taza de porcelana blanca era el más fuerte y el menos dulce.
Finalmente, con el objetivo de confirmar que no era el material de las tazas sino el color lo que hacía variar la opinión de los voluntarios, decidieron darles tres tazas iguales pero de distinto color (transparente, blanca y azul). El resultado obtenido fue el mismo, las personas que participaron afirmaron que el café que tomaron en la taza blanca era el de mayor intensidad y de menor dulzor. Con respecto a la taza azul, los voluntarios afirmaron que era «el café más dulce de los tres».
¿Cuál es la explicación a todo esto? El contraste de colores entre el café y el tono de la taza. En primer lugar, cabe aclarar que la variable es un efecto psicológico y que ni el sabor ni el aroma del café cambian realmente por causa del color de la taza.
Lo que los estudios confirmaron es que los colores claros hacían que el café pareciera más oscuro y eso hizo que se percibiera como «más intenso». En contraposición, en la taza de color oscuro el contraste es menor lo que creó el efecto de que la bebida era más suave y dulce.